Por Walter Edgardo Eckart
waltereckart@yahoo.com.ar
Columnista
Para ChacoMundo
Comentarios: (06)
El nuevo recrudecimiento del conflicto entre el campo y el gobierno, en un contexto donde se va acentuando el uso de “expresiones fuertes y poco felices” por ambas partes, parece estar indicando dos grupos de “urgencias”.
Por parte del campo, la de darle velocidad en forma continua y sin baches a las negociaciones pendientes, aunque con críticas por la incumplida promesa del gobierno de recibir mensualmente a los ruralistas en el ámbito de la jefatura de gabinete, por las trabas de la Oncca, por la falta de “contenido real” de los anuncios oficiales, por el desastre provocado por la sequía, y la aparente necesidad (según parecen afirmar los ruralistas), de volver “muy a su pesar” a las medidas de fuerza en forma conjunta y estratégica. etc.
Y por parte del gobierno (también con críticas duras hacia al campo), la urgencia de, paradójicamente, “dilatar” los encuentros de negociación.
En realidad, es una escenario repetido: el campo “pide”; el gobierno promete; pero, básicamente, la cosa sigue igual.
El campo ya no puede disimular ni el enojo ni la tentación de volver a medir fuerzas con el gobierno si éste no reacciona.
El gobierno, por su parte, desde la Secretaría de agricultura, parece manejarse con el slogan de “esta semana no hablamos, la otra si...”, más o menos parafraseando aquello que suelen utilizar los comerciantes, cuando pegan un cartel que dice: “hoy no se fía...mañana si”.
Ahora: más allá de los argumentos de una y otra parte, queda en claro que la descompresión del conflicto que provocó la derogación de la 125, con el paso del tiempo prácticamente sólo ha servido de poco; que los “ánimos” son cada vez menos favorables para negociar; y que, de vuelta, crece a cada momento la incertidumbre sobre el modo en que se llegaría eventualmente a una solución.
Pero, además, parecería que, de todas formas, queda un interrogante: teniendo en cuenta las idas y vueltas de estos meses, el desgaste (tanto del campo como del gobierno), el cruce permanente de reclamos y contra reclamos, de críticas y contra críticas... ¿Hasta donde –campo y gobierno- pueden asegurar y mantener hoy la “objetividad” necesaria tanto en la lectura de la situación como de su posible solución?. Porque, en realidad, lo que parece es que hoy “ambos” están bastante confundidos, emotivamente exaltados y con poca claridad de ideas.
waltereckart@yahoo.com.ar
Columnista
Para ChacoMundo
Comentarios: (06)
El nuevo recrudecimiento del conflicto entre el campo y el gobierno, en un contexto donde se va acentuando el uso de “expresiones fuertes y poco felices” por ambas partes, parece estar indicando dos grupos de “urgencias”.
Por parte del campo, la de darle velocidad en forma continua y sin baches a las negociaciones pendientes, aunque con críticas por la incumplida promesa del gobierno de recibir mensualmente a los ruralistas en el ámbito de la jefatura de gabinete, por las trabas de la Oncca, por la falta de “contenido real” de los anuncios oficiales, por el desastre provocado por la sequía, y la aparente necesidad (según parecen afirmar los ruralistas), de volver “muy a su pesar” a las medidas de fuerza en forma conjunta y estratégica. etc.
Y por parte del gobierno (también con críticas duras hacia al campo), la urgencia de, paradójicamente, “dilatar” los encuentros de negociación.
En realidad, es una escenario repetido: el campo “pide”; el gobierno promete; pero, básicamente, la cosa sigue igual.
El campo ya no puede disimular ni el enojo ni la tentación de volver a medir fuerzas con el gobierno si éste no reacciona.
El gobierno, por su parte, desde la Secretaría de agricultura, parece manejarse con el slogan de “esta semana no hablamos, la otra si...”, más o menos parafraseando aquello que suelen utilizar los comerciantes, cuando pegan un cartel que dice: “hoy no se fía...mañana si”.
Ahora: más allá de los argumentos de una y otra parte, queda en claro que la descompresión del conflicto que provocó la derogación de la 125, con el paso del tiempo prácticamente sólo ha servido de poco; que los “ánimos” son cada vez menos favorables para negociar; y que, de vuelta, crece a cada momento la incertidumbre sobre el modo en que se llegaría eventualmente a una solución.
Pero, además, parecería que, de todas formas, queda un interrogante: teniendo en cuenta las idas y vueltas de estos meses, el desgaste (tanto del campo como del gobierno), el cruce permanente de reclamos y contra reclamos, de críticas y contra críticas... ¿Hasta donde –campo y gobierno- pueden asegurar y mantener hoy la “objetividad” necesaria tanto en la lectura de la situación como de su posible solución?. Porque, en realidad, lo que parece es que hoy “ambos” están bastante confundidos, emotivamente exaltados y con poca claridad de ideas.
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COMENTARIOS DE NUESTROS LECTORES:
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Julio – Chaco -Argentina
El gobierno actúa de esta manera porque realmente no conoce la realidad del campo. Sus asesores son incompetentes, y aunque fueran los mejores, ellos no lo podrían entender. Además no les interesa el pueblo, ni el agro, ni el la pesca, ni ninguna economía regional. Solo su propio enriquecimiento.
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Rosana - Mercedes – San Luis -Argentina
Creo que es hora de que los argentinos, respetemos las reglas, las normas, las leyes. No se puede pretender que todo gire entorno al campo. Existen otras urgencia, además, en la Argentina, que hay que reconocer. La educación, la salud, también son importantes, también tienen prioridades y la presidenta se ocupa también de esos temas. Si el campo no logra una reunión con algún ministro o autoridad lo consideran una afrenta. Ubíquense, no son el centro del universo.
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Alberto - Clorinda – Formosa - Argentina
Por mi se pueden ir todos al carajo. Es IMPOSIBLE sacar una conclusión de todo este kilombo cuando la prensa te dice lo que le conviene, según que sea oficialista o no.
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Edgargo – Bahía Blanca -Argentina
Silencio y reflexión....Silencio y reflexión. Es lo único que puedo hacer en estos días. Si hablo sin pensar va ser al pe..o. No puedo llegar a nada. Diculpen.
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Claudio – Capital Federal -Argentina
Mi conocimiento del campo es nulo. Es casi una confesión. No entiendo qué tiene que ver el campo con el empleo, con la industria. No entiendo cuál es el problema de la exportación. ¡¡NO ENTIENDO NADA!!. Por eso, si ALGUIEN, o VARIOS, o MUCHOS, en lo posible con conocimientos amplios y sin intereses de por medio, me lo pueden explicar en forma simple, SIN TECNICISMOS, se los voy a agradecer. De verdad. De verdad. ¡DE VERDAD!¡SE LOS VOY A AGRADECER!. Y DISCULPEN MI IGNORANCIA.
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Andres – Clorinda - Formosa -Argentina
Muy atinado los conceptos del columnista. A propósito de lo que nos pasa a los argentinos; si “quien” detenta el poder carece de la volunta necesaria para resolver problemas, sino que aparentemente está instalado para enfrentarse, dividir, denostar, odiar, alimentado por rencores provenientes de situaciones no “digeridas”, todo será muy difícil, salvo si se unieran los díscolos potenciales del sector y logren corregir números en el Congreso, podría ser……Pero hay que esperar.
Rosana: Con todo respeto. Cree, verdaderamente, que alguien se está ocupando de los infortunios de la gente (salud, educación, seguridad, tarifas, jubilados, etc.)?.
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