Por José Ramón Farías
monchofari@hotmail.com
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Columnista
Para ChacoMundo
Comentarios: (02)
La pobreza, definida como una situación o forma de vida, surgida de la imposibilidad de acceso o carencia de los recursos para satisfacer las necesidades físicas y psíquicas básicas humanas, que resulta en un deterioro del nivel de calidad de vida de las personas, tales como la alimentación, vivienda, educación, asistencia sanitaria, acceso al agua potable, etc. es un concepto fundamentalmente económico. Nuestra provincia del Chaco especialmente, conoce todas las variantes de este azote social que involucra a cientos de comprovincianos. Esta situación de desamparo lleva consigo la marginalidad social (la más dolorosa) y aleja a las personas del reparto de la riqueza, siendo imposible para quien está en esa situación acceder a las oportunidades de minimizar su aislamiento e incorporarse a la actividad económica que provee los recursos, ya sea desde una posición patronal o relación de dependencia.
Digo que el Chaco conoce de pobreza, porque su historia dice que luego del desalojo de los aborígenes de las tierras fértiles, por el Ejército Argentino, llegaron inmigrantes empobrecidos de Europa, la mayoría casi sin recursos. Eran hombres y mujeres de escasa instrucción pero portadores de un tesón inquebrantable y una visión de futuro. Es decir llegaron sabedores que con esfuerzo era posible emerger de la marginalidad, aumentada por la diferencia de idioma y cultura. Lograron salir. Ahora sus descendientes disfrutan del titánico esfuerzo de los abuelos gringos (algunos pavonean sus bienes, que no saben como se consigue, ejerciendo muchas veces discriminación, producto de su ignorancia). No necesitaron planes sociales, comedores comunitarios, bolsones de mercadería ni tanta paranaferlaria inventada por los políticos para lucrar impunemente con los excluidos, enarbolando la bandera de su defensa (de los pobres). Simplemente trabajaron duro. Muchas veces cayeron, otras tantas se levantaron y siguieron tozudamente trabajando.
A los aborígenes, en lugar de intentar incluirlos en el nuevo orden social, se los expulsó a los lugares más desfavorables, donde su cultura cazadora y recolectora no era posible desarrollar. Llegó la mendicidad para estos pobres seres, víctimas de los políticos que les regalaron tierras, herramientas, comida, y tanto que es imposible enumerar. Así se volvieron dependientes, pedigüeños, cayeron en la inercia total, acentuando su marginalidad. No se les puede pedir que se incorporen al trabajo al estilo occidental, porque en sus primeros tiempos no necesitaron labrar la tierra, ni modificar la naturaleza, porque ésta generosamente les brindaba lo necesario para su sustento. Hasta la educación les fue negada, porque se formaron maestros que no conocían su cultura, ni el idioma, luego encargados de su educación. Tampoco les interesó. Ahora están en una situación gravísima que deberá ser atendida con sentido común y vocación de servicio.
Muchos famosos mediáticos también lucran con los pobres. Uno de los Moyano recaló en el Chaco “solidariamente” trayendo camiones de alimentos y ropas. Sería magnífico si se les entregaba simplemente. Pero convocó a todos los medios masivos de comunicación (nacionales y locales) para documentar la barbarie de hacer publicidad a costa de los necesitados. Sucedió lo mismo con Patricia Sosa, Andrea del Boca, y otros. Simplemente se hicieron publicidad gratis a costa de los indefensos cultural y materialmente. Conozco muchas organizaciones de obreros, empleados, profesionales, de Buenos Aires que traen o envían elementos para ellos, y no van a ningún canal de televisión, no convocan a las radios ni a los diarios. Simplemente ayudan, eso es solidaridad.
Hasta en los municipios, se escucha a los dirigentes políticos, en función de gobierno y los que aspiran el poder, preocuparse por los barrios. Todos le apuntan a los barrios, llevando desde espectáculos, comida, regalos, para ganarse su simpatía. El beneficio que obtienen esos pobres diablos es como la belleza de la Rubia Mireya. Es fugaz, no queda valor residual de tanto empeño.
El Estado Nacional anuncia planes para que los pobres accedan a bienes prohibidos para ellos. Siguen siéndolo, solo se benefician los fabricantes o grandes capitales concentradores de esos artículos. Pomposamente divulgan acuerdos con supermercados rebajas de precios que nadie los ve. En definitiva el bocado gordo se lo sigue llevando el capitalista. El subsidio a las grandes empresas se ha convertido en norma en estos tiempos. Así el único que mantiene su nivel es el grande El más chico ve la riqueza mínima, honrosa, cada vez más lejos. Durante años le han enseñado a los marginales a utilizar la protesta pública como herramienta de presión política, sin interesarse por los derechos de los que realmente trabajan y aportan al bienestar de los funcionarios. Por supuesto que no ocurrirá, pero si se impone la norma de calcular salarios de los funcionarios por su productividad e impacto positivo en la población, la inmensa mayoría tendría que pagar para gozar de los privilegios que ahora tienen.
El caradurismo en el negocio de la pobreza llegó a límites extremos en el Chaco. Uno de los movimientos sociales (soporte de este gobierno), que corta calles reclamando trabajo y comida (¿cuándo trabajan?) fue llevando bienes a los hermanos del impenetrable. Digo, si están en condiciones de proteger y aportar a los demás, ¿qué reclaman? Evidentemente son elementos de presión política. Las mentadas Madres de Plaza de Mayo, dolidas, intolerantes, llenas de odio, olvidaron la memoria de sus hijos y ahora financian la construcción de casas a las organizaciones que aportan su fuerza a los partidos populistas (no populares).
La justicia no existe. La señora presidente reclama urgencia en la resolución de los casos de lesa humanidad, que es correcto se investigue y castigue, pero a los montoneros que secuestraron, que extorsionaron y asesinaron, nadie los castiga. Es más se los presenta como héroes idealistas. El caradurismo de decir que no hay enfrentamientos con la Justicia, tan evidente además, supera todos lo conocido. La inseguridad ha llegado a límites insostenibles, pero la muerte de los seres queridos de los habitantes comunes parece no tener el mismo valor e intensidad que la de un guerrillero.
Estas reflexiones no tienen carga de resentimiento. Es un llamado desesperado al sentido común. Convencido estoy que la única herramienta para cambiar es educar al pueblo. Luego darles los elementos para que por sí mismos dignifiquen su existencia y consigan sus propios enseres, sin la “generosa” donación de quienes regalan valores ajenos. Pero invertir en educación, además de construir escuelas, significa tener maestros profesionalmente aptos, satisfechos con sus salarios, programa con objetivos claros y convenientes al interés general. Pero no sucederá, porque mientras más pobres disfrazados de ex pobres haya, mejor y más rentable será el negocio.
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COMENTARIOS DE NUESTROS LECTORES:
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Aníbal– Chaco - Argentina
Mantener al pueblo pobre es una estrategia consabida. Alguien dijo que en Bs.As. se construyó una fábrica de pobres.¿Cómo no vamos a ganar?. Pero también pasa en muchos países. Verdaderamente es aberrante.
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Gustavo – Formosa -Argentina
La pobreza sabemos todos que ha acompañado la historia de la humanidad. Lo más grave es que en pleno siglo XXI, proporcionalmente haya aumentado en todos lados. De que sirven los impuestos? Deque sirve la tecnología? De que sirven el conjunto de organismos que luchan contra el hambre? De que sirven las religiones?
Es un problema estructural a nivel mundial. Yo no tengo muchas esperanzas, porque mientras haya CORRUPCIÓN los pobres se MULTIPLICARAN.
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Para ChacoMundo
Comentarios: (02)
La pobreza, definida como una situación o forma de vida, surgida de la imposibilidad de acceso o carencia de los recursos para satisfacer las necesidades físicas y psíquicas básicas humanas, que resulta en un deterioro del nivel de calidad de vida de las personas, tales como la alimentación, vivienda, educación, asistencia sanitaria, acceso al agua potable, etc. es un concepto fundamentalmente económico. Nuestra provincia del Chaco especialmente, conoce todas las variantes de este azote social que involucra a cientos de comprovincianos. Esta situación de desamparo lleva consigo la marginalidad social (la más dolorosa) y aleja a las personas del reparto de la riqueza, siendo imposible para quien está en esa situación acceder a las oportunidades de minimizar su aislamiento e incorporarse a la actividad económica que provee los recursos, ya sea desde una posición patronal o relación de dependencia.
Digo que el Chaco conoce de pobreza, porque su historia dice que luego del desalojo de los aborígenes de las tierras fértiles, por el Ejército Argentino, llegaron inmigrantes empobrecidos de Europa, la mayoría casi sin recursos. Eran hombres y mujeres de escasa instrucción pero portadores de un tesón inquebrantable y una visión de futuro. Es decir llegaron sabedores que con esfuerzo era posible emerger de la marginalidad, aumentada por la diferencia de idioma y cultura. Lograron salir. Ahora sus descendientes disfrutan del titánico esfuerzo de los abuelos gringos (algunos pavonean sus bienes, que no saben como se consigue, ejerciendo muchas veces discriminación, producto de su ignorancia). No necesitaron planes sociales, comedores comunitarios, bolsones de mercadería ni tanta paranaferlaria inventada por los políticos para lucrar impunemente con los excluidos, enarbolando la bandera de su defensa (de los pobres). Simplemente trabajaron duro. Muchas veces cayeron, otras tantas se levantaron y siguieron tozudamente trabajando.
A los aborígenes, en lugar de intentar incluirlos en el nuevo orden social, se los expulsó a los lugares más desfavorables, donde su cultura cazadora y recolectora no era posible desarrollar. Llegó la mendicidad para estos pobres seres, víctimas de los políticos que les regalaron tierras, herramientas, comida, y tanto que es imposible enumerar. Así se volvieron dependientes, pedigüeños, cayeron en la inercia total, acentuando su marginalidad. No se les puede pedir que se incorporen al trabajo al estilo occidental, porque en sus primeros tiempos no necesitaron labrar la tierra, ni modificar la naturaleza, porque ésta generosamente les brindaba lo necesario para su sustento. Hasta la educación les fue negada, porque se formaron maestros que no conocían su cultura, ni el idioma, luego encargados de su educación. Tampoco les interesó. Ahora están en una situación gravísima que deberá ser atendida con sentido común y vocación de servicio.
Muchos famosos mediáticos también lucran con los pobres. Uno de los Moyano recaló en el Chaco “solidariamente” trayendo camiones de alimentos y ropas. Sería magnífico si se les entregaba simplemente. Pero convocó a todos los medios masivos de comunicación (nacionales y locales) para documentar la barbarie de hacer publicidad a costa de los necesitados. Sucedió lo mismo con Patricia Sosa, Andrea del Boca, y otros. Simplemente se hicieron publicidad gratis a costa de los indefensos cultural y materialmente. Conozco muchas organizaciones de obreros, empleados, profesionales, de Buenos Aires que traen o envían elementos para ellos, y no van a ningún canal de televisión, no convocan a las radios ni a los diarios. Simplemente ayudan, eso es solidaridad.
Hasta en los municipios, se escucha a los dirigentes políticos, en función de gobierno y los que aspiran el poder, preocuparse por los barrios. Todos le apuntan a los barrios, llevando desde espectáculos, comida, regalos, para ganarse su simpatía. El beneficio que obtienen esos pobres diablos es como la belleza de la Rubia Mireya. Es fugaz, no queda valor residual de tanto empeño.
El Estado Nacional anuncia planes para que los pobres accedan a bienes prohibidos para ellos. Siguen siéndolo, solo se benefician los fabricantes o grandes capitales concentradores de esos artículos. Pomposamente divulgan acuerdos con supermercados rebajas de precios que nadie los ve. En definitiva el bocado gordo se lo sigue llevando el capitalista. El subsidio a las grandes empresas se ha convertido en norma en estos tiempos. Así el único que mantiene su nivel es el grande El más chico ve la riqueza mínima, honrosa, cada vez más lejos. Durante años le han enseñado a los marginales a utilizar la protesta pública como herramienta de presión política, sin interesarse por los derechos de los que realmente trabajan y aportan al bienestar de los funcionarios. Por supuesto que no ocurrirá, pero si se impone la norma de calcular salarios de los funcionarios por su productividad e impacto positivo en la población, la inmensa mayoría tendría que pagar para gozar de los privilegios que ahora tienen.
El caradurismo en el negocio de la pobreza llegó a límites extremos en el Chaco. Uno de los movimientos sociales (soporte de este gobierno), que corta calles reclamando trabajo y comida (¿cuándo trabajan?) fue llevando bienes a los hermanos del impenetrable. Digo, si están en condiciones de proteger y aportar a los demás, ¿qué reclaman? Evidentemente son elementos de presión política. Las mentadas Madres de Plaza de Mayo, dolidas, intolerantes, llenas de odio, olvidaron la memoria de sus hijos y ahora financian la construcción de casas a las organizaciones que aportan su fuerza a los partidos populistas (no populares).
La justicia no existe. La señora presidente reclama urgencia en la resolución de los casos de lesa humanidad, que es correcto se investigue y castigue, pero a los montoneros que secuestraron, que extorsionaron y asesinaron, nadie los castiga. Es más se los presenta como héroes idealistas. El caradurismo de decir que no hay enfrentamientos con la Justicia, tan evidente además, supera todos lo conocido. La inseguridad ha llegado a límites insostenibles, pero la muerte de los seres queridos de los habitantes comunes parece no tener el mismo valor e intensidad que la de un guerrillero.
Estas reflexiones no tienen carga de resentimiento. Es un llamado desesperado al sentido común. Convencido estoy que la única herramienta para cambiar es educar al pueblo. Luego darles los elementos para que por sí mismos dignifiquen su existencia y consigan sus propios enseres, sin la “generosa” donación de quienes regalan valores ajenos. Pero invertir en educación, además de construir escuelas, significa tener maestros profesionalmente aptos, satisfechos con sus salarios, programa con objetivos claros y convenientes al interés general. Pero no sucederá, porque mientras más pobres disfrazados de ex pobres haya, mejor y más rentable será el negocio.
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COMENTARIOS DE NUESTROS LECTORES:
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Aníbal– Chaco - Argentina
Mantener al pueblo pobre es una estrategia consabida. Alguien dijo que en Bs.As. se construyó una fábrica de pobres.¿Cómo no vamos a ganar?. Pero también pasa en muchos países. Verdaderamente es aberrante.
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Gustavo – Formosa -Argentina
La pobreza sabemos todos que ha acompañado la historia de la humanidad. Lo más grave es que en pleno siglo XXI, proporcionalmente haya aumentado en todos lados. De que sirven los impuestos? Deque sirve la tecnología? De que sirven el conjunto de organismos que luchan contra el hambre? De que sirven las religiones?
Es un problema estructural a nivel mundial. Yo no tengo muchas esperanzas, porque mientras haya CORRUPCIÓN los pobres se MULTIPLICARAN.
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